Por Santiago Pestarini: Presidente del Honorable Concejo Municipal de Gálvez
En sus inicios, las tierras que hoy conocemos con el nombre de Gálvez eran sinónimo de campo, trigo y estaciones de tren. Y aunque esas postales siguen vivas, la ciudad que somos hoy tiene mucho
más que contar. Esta nota es una invitación a mirar hacia atrás para entender de dónde venimos,
pero sobre todo a mirar hacia adelante, hacia el futuro que podemos construir.
Un pasado que nos explica
La historia productiva de Gálvez está ligada al ferrocarril y a la agricultura. Desde finales del siglo
XIX, cuando nacía la Colonia Margarita, nuestros campos fueron sembrados por manos inmigrantes
que llegaron a trabajar la tierra y echar raíces. Con la llegada del tren en 1886, todo cambió: apareció el pueblo, floreció el comercio y empezó a forjarse una identidad que mezcló el trabajo rural con
la industria incipiente.
Ya en los años 40, la industria metalmecánica empezó a crecer con fuerza, sumándose a las lácteas y
las alimenticias. La ciudad se transformó: de los molinos y las fábricas de fideos a los talleres de
transformadores, Gálvez pasó de exportar granos a fabricar valor.
Qué hacemos hoy
Hoy Gálvez tiene una matriz productiva diversa. Seguimos siendo fuertes en agricultura y ganadería, pero también en industria metalmecánica: gran parte de nuestras industrias están en ese sector. Sumamos alimenticias, emprendedores de productos regionales, logística, y una buena red comercial y de servicios que abastece a toda la región.
Nuestra ciudad es, además, un centro educativo y de formación, con carreras técnicas y universitarias que forman a los trabajadores del presente y del futuro.
Pensarnos hacia el futuro
No se trata sólo de crecer. Se trata de crecer bien. Y para eso, necesitamos planificar.
Desde hace un año, trabajamos en un nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, que ya está listo
para ponerse en marcha. Este plan reconoce lo que somos, pero piensa en lo que podemos ser: una
ciudad moderna, equilibrada, conectada, con zonas industriales ordenadas y accesibles.
Se consolidan los distritos industriales existentes en todos los puntos cardinales. Al Oeste, el Área
Industrial Oficial de Promoción; al Sur, en los terrenos hoy ocupados por Sancor y Tadeo Czerweny; al Norte de calle Matorras, con el área productiva donde se radican empresas de distintos rubros; y al Este de calle Mills, con tierras y actividad aún por desarrollar. Como si fuera poco, se proyecta un Nuevo Parque Industrial y se definen nuevas áreas de reserva para usos mixtos, productivos, recreativos o comunitarios. Todo con una mirada sustentable y con justicia territorial.
Es la base para que la industria, los servicios y los emprendimientos puedan crecer con infraestructura, con reglas claras, y con futuro.
Una mirada compartida
Para enriquecer esta mirada, vale destacar la reunión mantenida el martes pasado en el Concejo Municipal con autoridades de la Cámara de Industrias Metalúrgicas del Centro de la Provincia de
Santa Fe, encabezadas por su Presidente, Walter Garnero y la Gerente del CEFOSE; Liliana Brusco. Cámara que aglutina más de 60 empresas y concentra alrededor de 1800 trabajadores, es decir, cerca del 10% de nuestra población.
En ese encuentro se comenzó un diálogo con puntos de encuentro claros, y se expresó la voluntad
compartida de seguir trabajando en conjunto para fortalecer el entramado productivo local, integrando visión estratégica, infraestructura y políticas públicas sostenibles.
Conclusión: lo que viene
Gálvez tiene historia, presente y futuro. Y ese futuro depende también de nosotros: de cómo elijamos vincularnos entre lo público y lo privado, de cuánto valoremos nuestras capacidades, y de
cuánta confianza tengamos en lo que somos capaces de hacer.
Quienes invierten, producen y generan empleo en nuestra ciudad, merecen reglas claras, previsibilidad y acompañamiento. No hay desarrollo posible sin el compromiso del sector privado, ni futuro sustentable sin un Estado que escuche, promueva y planifique con mirada colectiva.
Esta ciudad la levantaron nuestros abuelos con trabajo y cooperación. Hoy, nos toca a nosotros imaginar la próxima etapa. Y hacerla posible.
Ese es el camino que queremos seguir transitando, el de la escucha y el aprendizaje de lo que cada sector de nuestra ciudad tiene para compartirnos y permitirnos crecer.