Santa Fe es, detrás de Buenos Aires, la segunda provincia con mayor cantidad de casos; 18 de los 182 en todo el país.
Según el informe del Observatorio Nacional «Mujeres, Disidencias, Derechos», entre el 1 de enero y el 29 de septiembre de 2025 se registraron 182 femicidios de mujeres, lesbianas, travstis y trans (1 cada 36 horas). Del total, la provincia de Santa Fe es la segunda provincia con 18 femicidios registrados en el transcurso de este año.
El informe también reveló que de los 182 femicidios, 141 fueron directos, 16 vinculados y 16 casos en contexto de narcotráfico y crimen organizado. Asimismo, se registraron 758 intentos de femicidios, 9 muertes violentas asociadas al género, 1 lesbicidio y 1 travesticidio.

Desde el Observatorio de Mumalá, se destacó que los territorios más vulnerabilizados son escenarios para la captación de víctimas y perpetradores directos. «En el entramado de disputas, ajustes de cuentas, venganzas y ataques armados entre bandas narco/ bandas criminales; las mujeres, adolescentes, niñas, travestis-trans y lesbianas están expuestas a riesgos específicos derivados de su género», expresaron.
Además, resaltaron las dinámicas violentas propias de estas economías ilícitas, como la vinculación directa o forzada con actores criminales, muchas veces a través de familiares o círculos íntimos, y la precariedad de las condiciones de vida, habitar en zonas donde operan grupos armados.
La vulnerabilidad de las víctimas se profundiza en estos contextos: «la combinación de relaciones de poder asimétricas, misoginia institucional, Estado ineficiente y corrupto, impunidad y desigualdad estructural, alta circulación de armas de fuego y municiones, legales e ilegales». Además, hicieron hincapié al rol del Estado nacional, el cual «decidió retirar todos sus esfuerzos y recursos, liberando el territorio al narcotráfico».
El perfil de las víctimas y los femicidas
Otro de los datos a tener en cuenta en el informe de Mumalá, es el perfil tanto de las víctimas como el de los femicidas, y el contexto en el que se perpetuó el femicidio. La edad promedio de las víctimas es de 41 años. Del total de víctimas, el 14% denunciaron a su agresor, el 70% fue asesinada en su vivienda, y el 32% fue asesinada por arma blanca.
El 73% de los femicidios fueron cometidos por una ex pareja o familiar. Además, otro factor a considerar: son 120 los niños, niñas y adolescentes que quedan sin madre.

En cuanto al perfil de los femicidas, según el informe, la edad promedio es de 38 años y el 10% de ellos pertenece a las fuerzas de seguridad. Además, el 15% cometió suicidio y el 5% lo intentó.
Asimismo, el 32% de los femicidias convivía con la víctima al momento de cometer el femicidio. Por otra parte, el 7,3% de las víctimas estuvieron desaparecidas antes de ser asesinadas.

Gabriela Sosa, directora ejecutiva del Observatorio de Mumalá, sostuvo que la falta de políticas públicas y su recorte impacta negativamente en las comunidades y en la vida de las mujeres. «Los recortes económicos, el desguace de la asistencia estatal, la falta de controles rigurosos de la ruta dinero, de las armas y municiones que promueve el gobierno», afirmó.
«Por eso, es urgente y necesaria la declaración de emergencia en violencia de género para recuperar políticas públicas de prevención y asistencia que necesariamente deberán aplicarse considerando la presencia de las violencias urbanas», concluyó Sosa.